mirando las estrellas una noche intenté contarlas. una, dos, tres... tu rostro venia a mi mente cuatro, cinco, seis... tenia que olvidarlo pero ahi estaba tu sonrisa. "Adoro esos labios cuando hace esa mueca de risa provocadora" me decia. Había intentado centrarme en las estrellas pero mi mente desobedecia.
Entre estrella y estrella brillante una voz me sacó de mi cuenta, iba por ciento catorce. Su voz llegaba del interior de la casa asi que entré y ahi estaba él, con sus maletas de recien llegado, con su mirada llena de una llama interior que jamas se podria apagar. me abrazó fuertemente y sus labios buscaron los mios. sus besos llenos de tanto afecto me transportaban al mundo perfecto que yo siempre habia querido para ambos. Sus manos firmes cogieron mis temblorosas manos y hablando de sus aventuras me llevo al sofá.
horas debieron pasar pero cuando me di cuenta estaba desabrollando mi camisa y yo besando su cuello. Lo habia echado tanto de menos, lo necesitaba tanto de menos. ¿como podia heber intentado olvidarlo hacia unas horas atras?
Nuevamente me dejé llevar y senti sus labios recorriendo mi cuello y mis pechos, sus manos llenas de lujuria buscaban mis caderas y su cuerpo entero se volcaba sobre mi. Pedia mas... queria mas... necesitaba mas de él. Y él lo sabia.
siempre sabia lo que debia darme y siempre me habia mimado de tal forma que jamas me habia arrepentido de mi decision.
Ahora era mio y yo era suya. Nos complementabamos tan perfectamente que ansiaba cada dia a su lado.
sin pensar en lo que hacia, solo dejandome llevar por mis sentimientos y los suyos, acariciaba su cuerpo y lo iba desnudando. Senti entonces como nos uniamos y como me tomaba, hacia tanto tiempo que habia deseado sentirme asi, sentirme amada y deseada. Él siempre me habia llenado el vacio que en mi ser tenia pero esa noche... habia llenado mas de mi lo que pensaba.
Gimiendo y temblando de excitacion me abracé a el cuando el mas hermoso orgasmo llego a mi ser y al suyo. "no te dejaré de amar nunca" me susurró al oido una vez descansamos el uno sobre el otro. Lo besé con dulzura...
pero las estrellas seguian sobre mi cabeza cando desperté y a mi lado no habia mas que vacio y silencio... "sueño contigo" me dije... quizas lo imposible se pudiera cumplir en la imaginacion... ciento quince, ciento dieciseis, ciento diecisiete.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario